202305.23
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La banca desafía a Hacienda y ajusta a la baja el impuesto temporal

La banca española desafía a Hacienda y recorta la factura por el impuesto temporal al sector. Las entidades afectadas por el gravamen diseñado por el Gobierno para los ejercicios 2022 y 2023 han encontrado la forma de arañar parte del abono sin haber recibido una llamada de atención por parte de la Agencia Tributaria. Al menos de momento.

Los bancos aseguran haber cumplido con la norma, que se basa en aplicar una tasa del 4,8% a la suma del margen de intereses y comisiones netas del negocio generado en España. Pero, al mismo tiempo, reconocen que cada entidad ha hecho una interpretación propia sobre cuál debe ser la base imponible. Es decir, de todas las partidas de ingresos, las entidades han seleccionado cuáles de ellas se incluían dentro del cómputo para calcular el impuesto y cuáles no. Y de forma generalizada han excluido los ingresos procedentes de las sucursales en el extranjero y los negocios no relacionados con la concesión de crédito. “Las entidades cumplen la norma, pero buscan ajustar el perímetro en España. ¿Cuentan con el aval de Hacienda? No. Pero tampoco ha dicho que esté mal”, resumen fuentes del sector.

El texto de la norma, tal como está publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE), no recoge ninguna aclaración sobre las partidas del margen de intereses y las comisiones que están gravadas y las que no, por lo que da pie a varias lecturas. Únicamente detalla que solo está sometido al impuesto el negocio generado en España. A partir de ahí, la interpretación generalizada del sector ha sido excluir los ingresos de las sucursales en el extranjero. En su mayoría se trata de oficinas de representación que no generan un gran volumen de negocio para los bancos, pero dejarlas fuera del cómputo permite rebajar una parte de la factura.

“Aunque no esté recogido en el texto, el consenso común de los sujetos afectados defiende que la interpretación permite dejar fuera estos negocios”, explican fuentes conocedoras. Y añaden que como el espíritu del gravamen es actuar contra los beneficios extraordinarios o caídos del cielo, “no tendría sentido que quedasen afectadas las partes del negocio que no se han visto beneficiadas por la subida de tipos. Este sería el caso de las gestoras de fondos o aseguradoras”.

El Ministerio de Hacienda asegura estar conforme con los ingresos recibidos por el pago anticipado, que debía abonarse antes del pasado 20 de febrero. En total, fueron 637,1 millones, una cifra que permitirá llegar a los 1.300 millones previstos para el conjunto del ejercicio, pese a que en su momento, cuando se diseñó la prestación, el objetivo de Hacienda era llegar a los 1.500 millones. El ministerio, no obstante, recuerdan que no será hasta septiembre cuando se conozca “el dibujo del impuesto al completo”.

Fuentes conocedoras de cómo se ha calculado el pago del impuesto explican que los bancos han hecho ajustes teniendo en cuenta las especificidades de cada grupo en función de su modelo de negocio. De esta forma, las entidades han seleccionado minuciosamente las filiales sometidas al gravamen y las que quedan excluidas.

Aunque los bancos presentan sus resultados de forma consolidada, realmente cuentan con un gran abanico de filiales, cada una especializada en una actividad. En ese sentido, los negocios relacionados con seguros, inversión o gestión de activos han quedado fuera del cómputo para calcular el pago de la prestación. También las transacciones intragrupo o las operaciones que se cierran fueran de España, aunque se realicen desde el país.

Se da la paradoja de que, aunque los bancos han dejado fuera varias partidas de ingresos, la recaudación ha cumplido las expectativas de Hacienda. La acelerada subida de tipos de interés ha permitido generar más ingresos bancarios, que son los sujetos al gravamen, compensando así la minoración de la base imponible.

El pago que han abonarán al final del año los bancos estará, incluso, por debajo de las previsiones iniciales que comunicaron las propias entidades. En un primer momento, CaixaBank anunció que pagaría entre 400 y 450 millones y finalmente desembolsará 373 para todo el año. Sabadell anunció 170 millones y pagará 157; Bankinter calculó un pago de entre 80 y 100 millones y pagará 77. Y Abanca estimó 50 millones y abonará 39 millones. Santander y BBVA, por su parte, sí cumplirán con sus estimaciones previas. Pero se da la circunstancia de que Santander, que genera más ingresos que BBVA en España, ha abonado menos (224 millones) que el banco pilotado por Carlos Torres (225 millones).

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