Los socios de la UE reformulan el IVA y permiten que bicicletas o placas solares tengan tipos reducidos
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Los 27 socios de la Unión Europea, reunidos este martes en el Ecofin, cerraron un acuerdo para reformar la directiva del IVA con vistas a que los países puedan tener más flexibilidad en el momento de establecer qué productos y bienes pueden beneficiarse de los tipos reducidos, superreducidos e incluso nulos en el impuesto sobre el valor añadido. En paralelo, los socios modificaron la lista de aquellos bienes que pueden acogerse a un gravamen inferior al estándar, incluyendo por un lado aquellos que protegen la salud pública y benefician las transiciones verde y digital, y eliminando, por otro, los que son nocivos para el medio ambiente. Así, las tarifas reducidas podrán llegar a productos como los paneles solares instalados en viviendas privadas y las bicicletas, entre otros.
El nuevo marco, cuyo texto pasará ahora al Parlamento Europeo para debatirse después de tres décadas sin cambios de calado, amplía a todos los socios las excepciones que disfrutaban únicamente algunos países y que estaban justificadas por razones “históricas”. Así, explicaron desde el Consejo Europeo, “se abren a todos los Estados las derogaciones existentes que permitían a algunos Estados miembros aplicar tipos preferenciales a determinados productos, siempre que sean compatibles con los principios acordados”.
Por eso, y de cara a secundar los objetivos climáticos del bloque comunitario, los países tendrán que dejar de aplicar en un plazo de 10 años un tipo reducido a productos y servicios que perjudiquen la transición verde, como los combustibles fósiles o ciertos modelos de fertilizantes químicos.
El pacto, a su vez, fija un sistema de salvaguardia para evitar una carrera a la baja que extienda por el bloque el uso de tipos inferiores al mínimo fijado, que continúa establecido en el 15%. Las 27 capitales también incluyeron una nueva disposición en la directiva para abordar “posibles crisis futuras” y permitir que los socios respondan rápidamente a circunstancias excepcionales, “como pandemias, crisis humanitarias o desastres naturales”. En este punto, según recogió Efe, varias capitales lamentaron que las reglas pactadas no permitan eximir del pago del IVA al gas natural de forma temporal en crisis energéticas como la actual.
En el apartado de los tipos reducidos, superreducidos y nulos, los Estados miembros consiguieron cerrar dos casuísticas. Por un lado, las capitales tendrán la posibilidad de aplicar gravámenes de hasta el 5%, sin poder reducir este porcentaje, a bienes y servicios de hasta 24 categorías diferentes.
A su vez, podrán aplicar un tipo inferior al 5% y una exención, conocida como tipo nulo o cero, a un máximo de siete categorías de la lista actualizada por el conjunto de los países, que necesitaban del consenso para lograr impulsar la modificación al tratarse de una propuesta de índole fiscal. En este último grupo se incluyen los productos que cubren las necesidades básicas, como alimentos, medicamentos y otros productos farmacéuticos.
Otros de los bienes y servicios que podrán beneficiarse de las tarifas reducidas, en este caso de cara a la transición digital, son el acceso a internet y la transmisión en vivo de eventos culturales y deportivos. En el apartado de la transición verde se incluyen determinados artículos como las bicicletas y los paneles solares instalados en viviendas privadas y edificios públicos, así como los sistemas de calefacción ecológicos. Por último, de cara a la salud pública, se incluyen bienes como equipos de protección personal, mascarillas y ciertos equipos médicos, “así como más elementos considerados como ayudas esenciales para los discapacitados”.
El comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni, dio la bienvenida a un acuerdo que supone “una excelente noticia”. Los Estados miembros “tendrán más flexibilidad para hacer que sus sistemas de IVA reflejen las opciones políticas nacionales, al tiempo que garantizan la coherencia con las prioridades europeas comunes: las transiciones verde y digital y, por supuesto, la protección de la salud pública”, resumió.