Sánchez eleva a 4 puntos el margen que tiene España para subir la presión fiscal: unos 60.000 millones de euros
elmundo.es
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha elevado hasta los 4 puntos porcentuales del PIB el margen que tiene España para incrementar su presión fiscal -es decir, lo que representan los ingresos por impuestos sobre el Producto Interior Bruto (PIB)- hasta igualarla con la media de la Unión Europea, el equivalente a unos 60.000 millones de euros de recaudación adicional.
«España tiene hoy 4 puntos menos que la media europea de presión fiscal y estamos cumpliendo con los objetivos de déficit y España ha salido por primera vez en una década del procedimiento de déficit excesivo gracias a las políticas de este Gobierno», ha defendido durante el pleno celebrado en el Congreso de los Diputados.
Según los últimos datos de Eurostat, de 2022, la presión fiscal en España se situaba en el 38,3%, mientras que la de la UE estaba en el 41%, lo que supone que si el Gobierno quería igualarla a la media -como ha anunciado en múltiples ocasiones- tenía un margen de 2,7 puntos de PIB (el equivalente a unos 40.450 millones de euros, utilizando como medida el PIB de 2023).
Sin embargo, la revisión al alza en la Contabilidad Nacional que ha llevado a cabo el INE recientemente ha provocado que el denominador de este ratio, el PIB, haya subido, con lo que el resultado ha bajado: la presión fiscal es menor de lo que se creía; de ahí que Sánchez calcule ahora que el margen ha pasado de 2,7 a 4 puntos porcentuales, unos 20.000 millones más. Si suponemos que el PIB de España crece al mismo ritmo que el de la media de la UE, para cerrar la brecha hay que incrementar la recaudación impositiva a más ritmo que en el resto de países.
El presidente del Gobierno ya anunció a comienzo de curso su intención de subir los impuestos en el marco de los Presupuestos Generales del Estado de 2025, pero para ello necesitará sacar adelante un nuevo proyecto, algo que parece cada vez más difícil.
El próximo martes, 15 de octubre, el Ejecutivo no enviará su plan presupuestario a la Comisión Europea, como ha hecho en otros ejercicios, porque el proyecto ni siquiera se ha presentado todavía en el Parlamento. Sí que mandará a Bruselas su Plan Fiscal Estructural, en el que explicará cómo nuestro país dará cumplimiento a las nuevas reglas fiscales. «Por supuesto que vamos a presentar en las próximas semanas un Plan Fiscal Estructural para adaptarnos a lo que nos ha solicitado Europa», ha confirmado Sánchez, en línea con lo que ya adelantó el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, esta semana en el Ecofin en Luxemburgo.
«En el Plan Fiscal Estructural, que vamos a enviar en breve a Bruselas, vamos a incluir un compromiso de responsabilidad de gasto y nuevas inversiones para el futuro cercano. No va a haber recortes, España está haciendo los deberes en la sostenibilidad de sus cuentas públicas», ha asegurado el presidente.
Presume de las cuentas de la Seguridad Social
Sánchez ha dedicado muy poco tiempo de su comparecencia a estos asuntos económicos para centrarse en el problema migratorio, pero sí ha aprovechado para presumir de que el Fondo de Reserva de la Seguridad Social, conocido como ‘la hucha de las pensiones‘, va a cerrar el ejercicio con 9.500 millones.
«Estamos llenando la hucha que ustedes vaciaron cuando gobernaron», le ha dicho al Partido Popular. Este fondo, no obstante, se está llenando con las cotizaciones sociales nuevas que están pagando trabajadores y empresas por medio del Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), pero estas no son suficientes para cubrir el déficit del sistema, que necesita anualmente recibir transferencias milmillonarias del Estado Central. Ese dinero se está acumulando, teóricamente, para cuando vengan los peores años para el sistema, aquellos en que se jubile de forma masiva la generación del babyboom que ya ha empezado a retirarse.
Al sistema público de pensiones, por tanto, no le salen los números y necesita endeudarse (aunque las deudas con el Estado no haya que devolverlas) para asumir sus compromisos, pero aún así retira parte de sus ingresos para ahorrarlos en una hucha.